martes, 26 de marzo de 2013

La matanza de Casas Viejas

Aprovechando que en clase hemos hablado sobre la matanza de Casas Viejas se me ocurrió poner esta cancion de Los Muertos de Cristo, "Casas Viejas" y contar que pasó aquel día.
La matanza de Casas Viejas tuvo lugar en 1933 durante la Segunda República y fue el inicio de la pérdida de apoyos políticos y sociales que conduciría meses después a la caída del gobierno republicano-socialista de Manuel Azaña.
El gobierno decidió enviar a Casas Viejas a una compañía de guardias de asalto al mando del capitán Rojas. En la noche del 10 de enero y en la madrugada del 11, un grupo de campesinos afiliados a la CNT iniciaron una insurrección. A las dos de la tarde del 11, doce guardias civiles al mando del sargento Anarte llegaron a Casas Viejas, liberaron a los compañeros que habían sido asaltados en el cuartel y ocuparon el pueblo. Detuvieron a los presuntos responsables de ataque al cuartel, dos de los cuales, después de ser golpeados, acusaron a dos hijos y al yerno de Francisco Cruz Gutierrez, apodado “Seisdedos”, un carbonero de 72 que acudía de vez en cuando a la sede del sindicato de la CNT, y que se habían refugiado en su casa, una choza de barro y piedra. Al intentar forzar la puerta de la casa de “Seisdedos”, los de dentro dispararon y un guardia de asalto cayó muerto en la entrada. El capitán Rojas dio orden de disparar con rifles y ametralladoras hacia la choza y después ordenó que la incendiaran. Dos de sus ocupantes, un hombre y una mujer, fueron acribillados cuando salieron huyendo del fuego. Seis personas quedaron calcinadas dentro de la choza, entre ellos “Seisdedos”, sus dos hijos, su yerno y su nuera. La única superviviente fue la nieta de “Seisdedos”, María Silva Cruz, conocida como “la Libertaria”, que logró salvar la vida al salir con un niño en brazos. Hacia las cuatro de la madrugada del día 12, Rojas y sus hombres se retiraron a la fonda donde habían instalado el cuartel general. Allí fue tomando cuerpo la idea de realizar un escarmiento. Rojas ordenó que detuvieran a los militantes más destacados, dándoles instrucciones para que dispararan ante cualquier mínima resistencia. Mataron al anciano Antonio Barberán Castellar, de 74 años. Detuvieron a doce personas y las condujeron esposadas a la choza calcinada de “Seisdedos”. Les mostraron el cadáver del guardia de asalto muerto y a continuación el capitán Rojas y los guardias los asesinaron a sangre fría.

                       

En una aldea remota de la provincia de Cádiz,
se había proclamado el comunismo libertario.
Reinaba paz y alegría, el orden paradisíaco,
hasta que un mal día irrumpieron las fuerzas del estado.
Con postura inquisidora, golpearon,
torturaron, a orden del capitán Rojas,
en maldito ¡sanguinario!
No podemos olvidar por las tierras del olivar,
la matanza que se produjo en ¡Casas Viejas!
¡En Casas Viejas! Aún se oye gritar,
¡En Casas Viejas! Los llantos de dolor,
¡En Casas Viejas! Cuanta crueldad,
¡En Casas Viejas! Con el pueblo productor.
La defensa y resistencia a mano de los anarquistas,
en una choza de paja, el seis dedos con su familia,
allí encontraron la muerte quemados sin piedad,
aquellos que sólo pedían ¡tierra y libertad!
Oscuro enero del 33, la luna de luto vistió,
la tierra empapada de sangre del campesino que la trabajó.
No podemos olvidar por las tierras del olivar,
la matanza que se produjo en ¡Casas Viejas!
¡En Casas Viejas! Aún se oye gritar,
¡En Casas Viejas! Los llantos de dolor,
¡En Casas Viejas! Cuanta crueldad,
¡En Casas Viejas! Con el pueblo productor.
¡En casa viejas! Se ha vuelto a demostrar,
¡En casa viejas! Quien fue el criminal,
¡En Casas Viejas! El gobierno destructor,
¡En Casas Viejas! Verdugo de la libertad


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Arantxa Mora 2ºB Historia

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